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viernes, 28 de junio de 2013

VIAJE CULTURAL A MÁLAGA EL PASADO 16-6-2013


    
 
Hace unos días visitabamos el museo Picasso y  Thyssen en la ciudad de Málaga, también la Alzazaba y Gibralfaro. Durante el viaje de ida abordabamos parte de su historia.
El segundo día de Navidad del año 1481 el emir andaluz Muley Hasán, ataca y recupera Zahara, en el distrito de Ronda. Villa que había sido sido invadida por D. Fernando de Antequera en los años de su Regencia. Como reacción los castellanos al mando del Marqués Cádiz D. Rodrigo Ponce de León conquista tras un ataque por sorpresa Alhama de Granada el 28 de Febrero de 1482. Se había iniciado la guerra de invasión y exterminio de lo que quedaba del al-Ándalus libre, conocido como “Reino de Granada”.
  Tras fracasar Muley Hasán en el intento que hizo para recuperar Alhama de Granada, su esposa la sultana Aixa promueve una sublevación para derrocar al Emir y proclamar rey a su hijo Abú Abdallah (Boabdil). La sublevación es vencida por el enérgico rey, y la sultana y su hijo son encerrados en una torre de la Alhambra. Salvado de la prisión por una argucia de su madre, Boabdil es conducido por sus parciales a Guadix. Desde allí con sus seguidores regresa a Granada, insurreccionando contra el poder legítimo a parte de la ciudad. Ante el peligro el emir Muley Hasán  se refugia en el castillo de Mondújar. Allí acudieron los leales al rey, encabezados por su hermano el valiente Abdallah el Zagal. A la noche siguiente atacan Granada, y los andalusíes, ya en guerra civil, se desangran mutuamente.
 
  Siéndole adverso el enfrentamiento con su hijo, el Sultán se refugia en Málaga, que con Baza, Guadix y otras ciudades y fortalezas de importancia, se mantuvieron en su obediencia. La capital y la mayor parte del reino proclamaron como soberano a Boabdil. Y esto sucedía cuando los castellanos ya habían iniciado la guerra de agresión para la ocupación total del reino de Granada. Lo que quedaba del al-Ándalus libre.
 
 
  En 1483 en los desfiladeros que dan acceso al mar de Málaga Abdallah el Zagal derrota a los castellanos que huyen estrepitosamente. La batalla de la Ajarquía fue una gran victoria de los andalusíes. Boabdil para emular ante los suyos la Gloria que El Zagal había alcanzado en La Ajarquía, ataca Lucena. Allí es derrotado y hecho prisionero por los castellanos. Éstos lo trasladan a Córdoba y de allí a la torre de Porcuna.
 
   Enterado en Málaga Muley Hasan de lo que había sucedido, se traslada a Granada donde es restablecido por sus partidarios en el trono. Entre tanto la madre de Boabdil manda un cuantioso rescate al rey Católico para liberar a su hijo. Fernando se reúne con su consejo y acuerdan liberar a Boabdil, como medio para encender de nuevo la guerra civil entre los andalusíes. El rey Chico para quedar libre tiene que dejar como rehenes a sus hijos Yusuf y Ahmad, con el fin de que Boabdil cumpliera el tratado secreto que los castellanos le habían impuesto: ayudar a los reyes cristianos a que conquisten al-Ándalus. Lo que quedaba libre de su propio país. El tratado entre otras cosas decía: Boabdil se reconocería vasallo de los reyes de Castilla; que les pagaría un tributo anual de doce mil doblas de oro; que les daría paso por sus tierras a las tropas cristianas que fuesen a hacerle la guerra a su padre Muley Hasán y a su tío El Zagal. Que daría por rehenes a sus hijos como ya hemos dicho, y que se guardarían treguas por dos años entre los príncipes.
 

    El tratado fue firmado a fines de Agosto de 1483. Tras firmarlo se dirigió a Gtranada entrando de noche por un postigo secreto del Albayzín. Sus parciales lo proclamaron de nuevo y el enfrentamiento con los partidarios del emir legítimo se reanudó de nuevo en las calles de Granada. Ante el enfrentamiento sangriento un consejo de notables de la ciudad logró un armisticio proponiendo: Que Muley Hasán reinara en Almería y Boabdil en Granada. La guerra civil estaba de nuevo servida para regocijo de los invasores castellanos, que veían como se les facilitaban sus planes de ocupación y dominio total del País.
 
 Tras una algazara de las tropas de Muley Hasán por tierras de Sevilla, su ejército sufre una derrota en Lopera. La fortaleza de Zahara cae de nuevo en poder de los castellanos. La guarnición castellana de Antequera cruza la Ajarquía y tala mieses y viñedos de Alora, Coín y Cártama, cuyos campos estaban tan bien cuidados por los andalusíes.
 

 El conde de Tendilla, gobernador de la ocupada Alhama de Granada, no teniendo oro para pagar a sus tropas, discurre fabricar una moneda de cartón, obligando a aceptarla en la compra de todo tipo de artículos, bajo severas penas. Es por tanto aquí en Andalucía donde por primera vez se usó el papel moneda, y se hizo forzoso su curso.
 
 
  Castilla abre en 1484 la invasión en toda regla de la kora o provincia de Málaga. Conquista Alora y Setenil, empleando numerosas piezas de artillería. Mientras Muley y Boabdil gastaban sus energías combatiéndose mutuamente. Éste último atacado por el sultán Muley en Almería, huye y se refugia en Córdoba con los cristianos, donde los reyes Católicos dan órdenes a sus capitanes para que le ayuden en la guerra contra su padre.
 
  En la primavera de 1485, Fernando el Católico con 9.000 caballos y 2.000 infantes conquista Coín y después hace lo mismo con Cártama. Después en mayo de 1485 rinde Loja. La conquista de Ronda, ciudad inexpugnable, y las de Alora, Coín y Cártama, formaban con Antequera y Alhama de Granada una fortaleza de primer orden. Ocupadas estas ciudades, el camino para invadir Málaga y Granada estaba abierto. Y sin embargo, a pesar de este negro panorama, el pueblo de Grnada estaba entregado a la anarquía y a los horrores de la guerra civil.
 

  Ante tales desastres el pueblo aclama a Abdallah El Zagal, gobernador de Málaga, obligando a Muley Hasán a abdicar en favor de su hermano, que parecía la única esperanza de los andalusíes. El Zagal tras vencer a un escuadrón de caballeros de Alcántara que le había salido al encuentro, entra victorioso en la capital.
 
 
  Las intrigas con los Abencerrajes de la perversa Aixa, siembran una vez más la dioscordia,  y ahora para paliarle el consejo de notables acuerda dividir el reino entre tío y sobrino. El Zagal reinaría en las ciudades de Almería Vélez y Málaga, con el territorio de Vélez y la Alpujarra y el segundo con el resto del Reino, quedando Granada como ciudad neutral, donde los dos soberanos podrían residir simultáneamente, gobernando uno desde al Albayzín y el otro desde la Alhambra.
 
 
   Los castellanos, desligados del tratado con Boabdil, en 1486 atacan y conquistan Loja. Hacen allí prisionero al Rey Chico, y a través de Gonzálo de Córdoba le imponen un nuevo tratado: Boabdil abdicaría del título de Rey de Granada, recibiendo el de duque o marqués de Guadix, con el señorío de esta ciudad. Quedaría obligado a hacer guerra sin tregua a su tío El Zagal, y a los soldados y moradores de Loja se les respetaría vida y hacienda. El 29 de Mayo de 1486 los castellanos entran en la ciudad.
Boabdil va a Priego a curarse de las heridas de la batalla, y de allí a Lorca a activar la guerra contra El Zagal. En Junio de 1486 los reyes Católicos invaden Salar, Montefrío,Yllora, Moclín y Colomera. Plazas fuertes de segundo orden situadas en arco de círculo, a pocas leguas de Granada.
 
    En 1487 marchan sobre Vélez-Málaga con 20.000 caballos y 50.000 infantes dotados de numerosa artillería para conquistar esta plaza, clave para poder atacar a la opulenta Málaga, emporio del comercio granadino con África y con el Oriente. El Zagal acudió a auxiliarla pero fue interceptado por el ejército castellano. Vélez Málaga capituló el 3 de Mayo de 1487, siguiéndole otras villas y fortalezas de la Ajarquía.
 
    En su menor anchura de sur a norte, el reino de granada quedó dividido. La pérdida de Vélez  fue un duro golpe para el Zagal. A su regreso a Granada, sus habitantes le cerraron las puertas de la ciudad. A Boabdil lo condujeron a la Alhambra. El objetivo de los reyes Católicos era ahora  Málaga. Pero esta ciudad estaba defendida por dos excelentes fortalezas, ceñida de recios y torreados muros provistos de buena artillería, abundantemente abastecida de todo cuanto necesitaba para sufrir un largo asedio, y defendida por una numerosa guarnición que mandaba Hamet el Zegrí. Capitán de gran reputación militar.
 
   Dentro de sus murallas tenía juna numerosa población de comerciantes, mercaderes, industriales y propietarios, gentes acostumbradas al lujo y a las comodidades; que miraban la guerra como la mayor de las calamidades. Y estaban dispuestas a todo género de sacrificios para conservar la paz. Entablaron negociaciones secretas con los cristianos,. Descubiertas por el Zegrí, ejecutó a los traidores. Los castellanos intentaron negociar con el Zegrí dándole una capitulación especial para él y sus allegados. Más éste fiel a su patria andalusí se negó a toda componenda.
 
    E 7 de Mayo, los castellanos tras el fracaso de todas las negociaciones para que la ciudad capitulara se decidieron a atacarla. Al pasar los castellanos con su escuadra por las proximidades de Gibralfaro fueron bombardeados con la artillería desde esta fortaleza. Se estableció el sitio de la ciudad.
 
   La artillería castellana batió sin descanso la ciudad de Málaga. Un cuerpo de ejército que El Zagal envió desde Guadix para auxiliarla fue destruido. Hamet el Zegrí se negó a todo intento de negociación que los castellanos le hacían. Hizo una fuerte salida atacando a los sitiadores, pero estos fueron rechazados y tuvieron que entrar de nuevo en la ciudad. Ante la desesperada situación que había en la ciudad; Hamet El Zegrí, salió de la ciudad y con lo mejor de su tropas se atrincheró en la fortaleza de Gribralfaro, resuelto a defenderse hasta perder la vida. Los malagueños, en las ciudad, nombraron una comisión para que negociara con los castellanos la entrega de la ciudad de Málaga, bajo seguro para sus personas y sus bienes. Negóse el rey Católico a suscribir todo lo que no fuera la entrega a discreción, en castigo a su obstinada resistencia. Y los desgraciados malagueños tuvieron que resignarse al horror de la venganza de los invasores. El día 20 de Mayo de 1487 D. Fernando y Dña. Isabel entraron en Málaga con su corte: los prelados y el clero que había asistido a la campaña. Se dirigieron a la Mezquita Mayor y la consagraron como templo.
 
    Al día siguiente de ser ocupada la ciudad se rindió la fortaleza de Gibralfaro. Y el valiente y bravo Hamet el Zegrí, fue conducido cargado de cadenas al castillo de Carmona.
 
    La derrota de Málaga, decidió la suerte de la ciudad de Granada, que privada de su puerto más importante y rodeada de un formidable enemigo, más la guerra civil que la devoraba, presagiaba ya su rápido final.
 
Ahora Abdallah El Zagal controlaba sólo: Almuñecar hasta Almería en la costa, con los territorios de la Alpujarra y los de Guadix y Baza, que era la capital del Zagal.
 
   Granada con la vega y las montañas próximas obedecían a Boabdil. El resto del reino andalusí lo habían invadido ya los castellanos. Y los andalusíes seguían combatiendo entre sí. Mientras Abú Abdallah (Boabdil) seguía el plan secreto que le habían impuesto los reyes Católicos.
 
     Todo había comenzado por los celos que la sultana Aixa tenía de Soraya, la nueva esposa marteña que tomó Abul Hasán. Temía que un hijo de ésta fuera nombrado heredero del trono Nazarita, en detrimento de Boabdil el heredero oficial. Aliada con la influyente familia de los Abencerrajes propició un golpe de estado contra su marido, el monarca legítimo del Reino de Granada, que al fracasar, en parte, fue el detonante de las llamadas guerras civiles de Granada, gracias a las cuales en once años de guerra los castellanos se apoderaron de todo el reino, lo que quedaba de al-Ándalus.
    Si los andalusíes hubieran estado unidos, los castellanos, y tras ellos Europa, difícilmente hubieran podido apoderarse de Andalucía.

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