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domingo, 28 de septiembre de 2014

ISIDORO de Sevilla



Nació en el año 560 y murió en el 636. Fue Arzobispo de Sevilla desde el año 599 hasta el 636, y gran intelectual de la época visigoda.

Este personaje es miembro de una familia acomodada hispana de Cartagena. Su familia se exilió a Sevilla por desavenencias con el imperio bizantino que consiguió dominar el sudeste peninsular, desde Cádiz hasta cerca de Valencia. 
La familia de Isidoro estuvo estrechamente vinculada a la realeza visigoda, ya que su hermana Teodosia se casó con el rey Leovigildo, con el que tuvo dos hijos: Hermenegildo y Recaredo.
            No se sabe con certeza si Isidoro nació en Cartagena o ya nació en Sevilla una vez instalada la familia en la ciudad hispalense. A la muerte de su padre, Isidoro vivió muchos años a la sombra de su hermano mayor Leandro. Este también fue un gran intelectual de la época. También fue arzobispo de Sevilla desde 578 hasta el 599, año en el que le sucedió su hermano Isidoro y, sobre todo, fue instructor y asesor de sus sobrinos Hermenegildo y Recaredo. De hecho, parece ser que tuvo mucho que ver en la conversión de éstos del arrianismo al catolicismo, y en la rebelión de Hermenegildo, cuando era gobernador de la Bética, contra su padre Leovigildo.

            Isidoro de Sevilla vivió una época muy convulsa de la monarquía visigoda. Vio como se sucedían en el poder varios reyes que se alzaban en armas contra el anterior.         Desde el punto de vista religioso, Isidoro fue un defensor de la ortodoxia católica frente al arrianismo que habían extendido por la península los dirigentes godos, que ya eran arrianos desde la época del propio Arrio. Su papel como consejero de su sobrino el converso rey Recaredo fue determinante en la persecución que emprendió el rey contra los obispos y nobles arrianos.
Su prestigio y su influencia en la monarquía fue decisiva en su papel de guía en la iglesia de su tiempo. A raíz de la celebración del IV concilio de Toledo en el 633, convocado y presidido por él, consiguió unificar la liturgia del reino visigodo y estableció la obligatoriedad de un plan de formación cultural y teológica del clero. Para ello se estableció la obligación de que se crearan seminarios y escuelas catedralicias en todas las diócesis.
Otra consecuencia fundamental de este Concilio presidido por Isidoro es la simbiosis entre poder político y religioso. En este concilio se establecieron las bases de lo que hoy podríamos calificar de un Estado nacional-católico, donde los obispos forman parte del cuerpo electoral que elige a los reyes. Donde la Iglesia, representada en los concilios, se erige en autoridad para juzgar la conducta y la dignidad de los reyes. Se atribuye al concilio la función de tribunal de apelación en las causas contra los obispos, los jueces y las jerarquías administrativas y económicas del país. Consigue que el clero quede excluido de pagar impuestos y de prestaciones personales al poder civil.
  
Su obra se convirtió en una referencia esencial para el conocimiento en la Edad Media de una Europa que había caída en el oscurantismo después de la desaparición del Imperio romano.
Escribió una historia del mundo y dos de los visigodos. Pero su gran aportación a los conocimientos de su época fue una Enciclopedia del saber conocida como la Etimologías compuesta por 20 libros.
Se le considera como el último de los padres de la iglesia. Fue canonizado en 1598.

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