El respeto a los derechos del trabajador debería ser absolutamente inalienable, pero se conculca con demasiada frecuencia, aunque no sólo dónde se denuncia. Como en todo, la lana se carda muy lejos de dónde se cría la fama. Los últimos decretos y leyes de los dos últimos gobiernos, condicionados por un grupo económico de presión que está extendiendo el sistema de castas a todo el mundo, llevan implícito un notable y notorio retroceso de esos derechos ganados a pulso durante años. Porque son impuestos por el poder real, capaz de dirigir el planeta desde la sombra -más nítida, menos sombra cada vez- e imponer su voluntad en forma de intereses económicos a los títeres colocados en los gobiernos.
lunes, 14 de julio de 2014
DECRETAZO

miércoles, 9 de julio de 2014
DESPIDOS
Si lo hubieran pensado antes, se forran. Mira que son lentos. O que la insensibilidad e indolencia les tiene marcados y es mucho más grave de lo que se pensaba. ¿Cómo no se les ha ocurrido antes, con el pastón que habrían sacado? Con seis millones de parados (SEIS) y miles de indemnizaciones por despidos de la brutal concentración bancaria, Hacienda tendría las arcas a rebosar. ¡Anda que no podrían permitirse mariscadas y cursos de “coloración del plátano”, o similares, para necesitados de solaz en las afortunadas, intelectos que han hecho la Carrera de San Jerónimo, en su licenciatura de “no-dar-golpe-ni-para-defenderse”.
lunes, 7 de julio de 2014
MIEDO A LA GENTE
Es
evidente el miedo del Sistema -el bloque de poder
financiero, empresarial, político y mediático- a que la gente decida por sí
misma libremente. Aún más cuando se acentúa la dinámica por la cual cada vez
más personas, sobre cada vez más asuntos, afirman su derecho a decidir por sí
mismas, individual o colectivamente. Esto significa que está creciendo el
número de quienes recuperan su calidad de ciudadanos y dejan de ser consumidores
pasivos de la publicidad política y de mitos que nos apartan del pensar por
nosotros mismos y de la participación directa.
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