INSTITUTO ALMENARA

¡Bienvenid@ al Instituto ALMENARA!

INSTITUTO ALMENARA

viernes, 21 de noviembre de 2014

Ibn Massarra



Muhammad ibn Massarra al-Ŷabalī, “el Serrano” (conocido así porque vivía en la sierra cordobesa) nació en Córdoba en el año 883 y murió en el 931. Está considerado como uno de los grandes pensadores y filósofos, iniciador del primer movimiento místico en al-Ándalus. Reconocido por los grandes sufíes posteriores como Ibn Arabi como un gran maestro que influyó en ellos.
 Su padre era un comerciante originario de Córdoba que por su aspecto físico de cabello rubio se hacía pasar en sus viajes por oriente como normando de Sicilia.

Su padre era aficionado a la filosofía y fue el que lo inició en los conocimientos teológicos y filosóficos que había aprendido en sus viajes por oriente. Sobre todo aprendió de la escuela teológica conocida en oriente como mu’tazili (el retirado) que bebía en las fuentes clásicas griegas del racionalismo.
El joven Ibn Massarra siguió su aprendizaje en Córdoba con algunos de los ilustres jurisconsultos de la escuela Malikí que le pudieron transmitir a Ibn Massarra doctrinas ascéticas, contemplativas y esotéricas de oriente.
Murió su padre durante una peregrinación a la meca, contando nuestro personaje con dieciséis años. A esa edad ya tenía discípulos con los que se retiró a una ermita de la sierra de Córdoba.
La doctrina que enseñaba el joven Ibn Massarra no debía ser muy del agrado del emir Abd Allah pues, desde una perspectiva filosófico-política, los mutazilíes ponían en tela de juicio la legitimidad de los gobernantes si no se hallaba respaldada por la voluntad de sus súbditos.
Sea porque se le empezaba a considerar entre los alfaquíes como un herético, o sea por la inestable situación que vivía el Emirato, lo cierto es que el joven Ibn Massarra decide exiliarse con dos de sus más cercanos discípulos con la excusa de hacer la peregrinación a la Meca. Allí, en las ciudades de Medina y Meca, tomó contacto con las escuelas orientales del sufismo, y no regresó a su patria hasta el reinado de ‘Abd al-Rahmán III, cuya política era más liberal.
Dibujo de José Vigueras
            A su regreso se volvió a instalar en la sierra de Córdoba donde siguió enseñando su doctrina a sus discípulos de una forma más secreta. Elaboró allí toda una filosofía y un método de vida espiritual místico basado en el motazilismo, que es la doctrina del griego Empédocles pero bajo la apariencia musulmana, y también en  la doctrina del sufismo batimí. 
            Quizás debido a ese secretismo, o porque también se quiso eliminar su obra, la realidad es que sólo se conocen dos de sus obras, aunque también conocemos su pensamiento y doctrina en parte por las referencias de sus discípulos y en parte por las refutaciones que le hacían sus detractores.
No se sabe que fuera condenado en vida por su doctrina, aunque sí después de su muerte, sus seguidores fueron condenados por los alfaquíes vinculados al poder califal. El maestro murió rodeado de sus discípulos, en su ermita de la sierra, en el año 931 a la edad de cincuenta años.
Ibn Massarra montó en la sierra cordobesa una especie de comuna mística. Sus seguidores siguieron con ella, aunque vigilados y perseguidos se vieron obligados a seguir un esoterismo estricto. Formaron una organización jerárquica secreta que tenía su propio imam como jefe.
A pesar de su organización secretista, las doctrinas massarritas alcanzaron una gran difusión en al-Andalus. Sobre todo es conocida la escuela de Pechina donde sus seguidores, forzando la interpretación de las doctrinas del maestro, formaron una especie de comuna libertaria donde se condenaba la propiedad privada y se establecía el amor libre.

No hay comentarios: