Boabdil

            Se llamaba Abû ʿAbd Al·lâh  Mohammed ben Abî al-Hasan ʿAlî. Conocido posteriormente como al-Zugabi (el desdichado) y como Boabdil, una corrupción castellana de Abû 'Abd Al-lâh. Nació en Granada en 1459, en la corte de la Alhambra, pues era hijo del sultán de Granada Abû-l-Hasan 'Ali, el “Muley Hacen” de las crónicas cristianas, y de Aixa, también conocida como Fátima, una de sus esposas.

            Llegó a gobernar en Granada gracias a las intrigas de su madre Fátima que llegó a indisponerlo contra su propio padre, al que arrebató el poder. Pero precisamente fue esta guerra civil contra su padre, primero, y contra su tío, el Zagal, después, lo que llevaría a la autodestrucción del reino granadino y su entrega a los reyes católicos. No sabemos en qué porcentaje contribuyeron a esa destrucción los celos y la venganza.

            Por un lado Fátima instaba a su hijo a destronar a su padre que se había enamorado de una concubina cristiana que se llamaba Isabel de Solís y que adoptó el nombre de Zoraida. Por otro lado la poderosa familia de los Abencerrajes, que había controlado el poder en épocas anteriores con sultanes afines a sus intereses y que había sufrido la persecución del  nuevo Sultán, esperaba la ocasión para vengarse de Muley Hacen y encontró esa oportunidad poniéndose al lado de su hijo Boabdil.

            La ocasión del bando de Boabdil para hacerse con el poder fue la conquista de Alhama por los cristianos en 1482 y la incapacidad de Muley Hacen para recuperar la plaza. Con la población granadina temerosa del avance cristiano y la guarnición de la Alhambra en contra, el sultán tuvo que abandonar Granada y refugiarse en Málaga junto a su hermano el Zagal.

            Boabdil consiguió algunas victorias militares contra los castellanos, pero en una batalla en Lucena, cae preso de las tropas de los reyes católicos. Cautivo Boabdil, su padre vuelve a recuperar el poder en Granada.

            Los reyes católicos liberan a Boabdil previo pago de un gran rescate y la promesa de que le ayudarían a conseguir el poder en Granada en manos de su padre y su tío, pero con la condición de que se declararía vasallo de Castilla reconociendo la soberanía castellana sobre Granada y pagaría parias. Podemos ver en esta puesta en libertad de Boabdil como una maniobra de los católicos para que Granada se siguiera desangrando en sus luchas fratricidas y cayera como una fruta madura en manos de Castilla y Aragón.

            Una vez liberado Boabdil, consigue hacerse con el control de una parte del oriente granadino e instala su corte en Guadix. Poco después muere el envejecido Muley Hacén y su hermano el Zagal sigue guerreando en los dos frentes, por un lado contra Boabdil, y por otro contra los cristianos.

            A pesar de su pacto con Boabdil, los cristianos siguen la conquista del reino de Granada llegando a acercarse a la capital. El Zagal desiste de continuar luchando y pacta con Fernando convirtiéndose en vasallo de Castilla recibiendo rentas de varios distritos de la Alpujarra.

            Boabdil quedaba solo como soberano en Granada, pero enseguida los reyes católicos le recuerdan su pacto para que entregue la capital. Este se resiste y los cristianos asedian la ciudad. Instalan un campamento en lo que hoy es el pueblo de Santafé y allí esperan a que se rinda la capital granadina. Boabdil, que no era partidario de resistir a cualquier coste, decide negociar llegando a un acuerdo de capitulación el 25 de noviembre de 1491. El 2 de enero de 1492 Boabdil entrega Granada a los reyes católicos.

            El pacto de rendición había sido bastante generoso con los vencidos granadinos, quizás por la premura de Fernando de acabar con una guerra tan costosa. Por ese pacto el rey católico se compromete a respetar y garantizar la seguridad de Boabdil y su familia al que se le asigna la administración de una gran parte de las Alpujarras con una buena renta. Para la población en general se respetaba sus propiedades, su religión y su forma de vida, condiciones que, como se verá muy poco después, no se respetarán.

            Después de entregar Granada el sultán granadino pasó a ejercer el señorío de las Alpujarras, según se había acordado en el pacto de capitulación. Se instaló en Laujar de Andarax. En 1493 muere Morayma, la esposa de Boabdil. Poco después decide abandonar el reino granadino, vende sus derechos en la Alpujarra y se instala en Fez donde muere, se cree que en 1533.