Lucio, llamado Séneca el joven para distinguirlo de su padre Marco Anneo
Séneca, nació en Córdoba en torno al año 1 de la era cristiana y murió en Roma
el 65 d. C.
Séneca es miembro de una de las grandes familias de la aristocracia hispano-bética:
los Anneo cordobeses que dieron al imperio romano personajes tan conocidos como
Lucio Anneo Séneca, su padre, que fue un gran intelectual retórico, orador y
político –pues llegó a ser cuestor, pretor y senador-, y su sobrino, el gran
poeta Lucano.
Séneca destacó como pensador e
intelectual y como político. Como filósofo ha pasado a la historia como el
máximo representante de una de las grandes corrientes de pensamiento de la
antigüedad conocida como Estoicismo que tuvo una gran influencia en el
renacimiento europeo.
Séneca siempre tuvo una salud enfermiza pues padecía asma desde su
infancia. Parece ser que su padre lo mandó de niño a vivir con su tía Marcia en
Roma, donde se introduciría en los estudios de retórica, gramática y filosofía.
El joven Séneca se trasladó a Alejandría con su tía, que estaba casada con un
acaudalado romano, y que había sido nombrado gobernador de Egipto. Allí
completó sus estudios en una gran diversidad de materias como finanzas,
administración y ciencias naturales.
Como político hizo toda la carrera propia de un senador romano, pasando
antes por las magistraturas de Cuestor y Pretor. Como Senador, debido a su gran
prestigio como intelectual y su gran capacidad de oratoria –heredada de su
padre- fue admirado por unos, y temido y envidiado por otros.
Precisamente, uno de los que temían el prestigio y el poder de persuasión
de la oratoria del senador Séneca era el nuevo Emperador Calígula cuyas
intrigas consiguieron que se condenara a muerte al filósofo. Séneca al final no
fue ejecutado y Calígula murió. Su sucesor Claudio, que había llegado a
emperador con la oposición del Senado, volvió a condenarlo a muerte,
principalmente por las insidias de la mujer del César, Mesalina. Al final se le
conmuta la pena de muerte por el destierro a la isla de Córcega.
Mesalina cae en desgracia y el Emperador Claudio se casa con Agripina,
admiradora de Séneca, hasta tal punto que cambia la vida de nuestro filósofo.
Séneca es nombrado Pretor de Roma en el año 49, y dos años después, a instancias
de la propia Agripina, se le nombra tutor del joven Lucio Domicio Ahenobarbo,
el fututo Emperador Nerón, hijo de un anterior matrimonio de Agripina.
En el año 54 muere Claudio –se cree que envenenado por la propia
Agripina- y su hijastro Nerón sube al poder con 17 años. Entonces Séneca, junto
con un austero militar llamado Sexto Afranio Burro, ejercen de auténticos
gobernantes en la sombra como consejeros personales del Emperador.
A medida que el emperador iba cumpliendo años, Séneca iba perdiendo
influencia sobre él y la iban ganando otros personajes arribistas que aplaudían
las excentricidades y crueldades de Nerón –había hecho asesinar a su
hermanastro Británico y terminaría por asesinar a su madre Agripina-. A raíz de
la muerte de ésta, Séneca fue cayendo en desgracia, y acosado por las campañas
de desprestigio de sus enemigos políticos y por sus propios errores, llegó a
perder el favor de Nerón.
Séneca se retiró de la vida política pero sus enemigos no cejaron y
consiguieron que se le implicara en una conjura contra el Emperador. Fue
condenado a muerte y sabiendo que Nerón actuaría con crueldad sobre él, se
suicidó cortándose las venas.
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